Raviolis rellenos de crema gorgonzola

¡Hola! ¿que tal lleváis el verano? nosotros pasando bastante calor y es que en Sevilla ya se sabe, pero procuramos escaparnos siempre que podemos a la playita a refrescarnos un poco.

En el post anterior  me quejaba de que apenas el blog tenia recetas de pasta y que poco a poco iríamos poniéndole remedio, porque la verdad es que es un plato que nos encanta , así que para no perder los buenos hábitos hoy os traigo estos raviolis caseros rellenos de gorgonzola y una salsita de tomate con un toque picantito. Ya veréis que no es nada complicado, solo se necesita  un poco de paciencia y el resultado os aseguro que es delicioso.


Ingredientes:

• Dos planchas de pasta fresca.

Para el relleno:

• 100 gr Queso gorgonzola.
• 200 ml Nata para cocinar.

Para la salsa:

• Tomate frito casero.
• 1 Cdita de salsa de guindillas.
• Albahaca y orégano.
• Queso Gran padano.
• Nueces.

1. Preparamos el relleno de los raviolis. En un cazo derretimos el queso y añadimos la nata . Con unas varillas nos ayudamos para que no queden grumos. Dejamos que espese y apartamos en un cuenco para dejarlo enfriar. (Si queremos acortar tiempos meter en la nevera, para que se enfrie antes)

Este es el aspecto que tiene una vez frío:

2. Preparamos las dos planchas de la pasta fresca, como ya os explicamos en este post, con la única diferencia de que la masa no la pasamos por todos los puntos del rodillo, sino que la dejamos en el penúltimo para que no nos quede tan fina y se no pueda romper.

3. Con ayuda de un pincel mojamos la pasta con agua para que luego se peguen una a la otra.

4. Llega el momento de rellenar los raviolis. Lo extremos de las plancha podemos cortalos para que nos queden rectos y no curvados. Luego con ayuda de una cucharita se trata de ir poniendo pegotitos de relleno teniendo cuidado de no poner demasiado, que queden lo mas alineadas posible las dos filas y no pegarnos demasiado al filo. 

4. Ahora  ponemos la otra plancha a modo de "tapa". Es mejor ir sellando cada fila poco a poco con el dedo para asegurarnos que coincida bien y no se nos sala el relleno.

5. Una vez estén las dos planchas juntas, espolvoreamos bien con harina y cortamos los raviolis.

6. No pensaba hacerlo, pero se me ocurrió que para que quedaran más bonitos y al mismo tiempo asegurar que no se me fuera a salir el relleno, sellar los bordes con un tenedor como cuando lo hacemos con las empanadillas y la verdad que cumplió su objetivo, pues no se me salió el relleno de ninguno y quedaron mucho más presentables.

7. Preparamos la salsita de tomate, añadiendole las guindillas, y las especies (orégano y albahaca).

8. Cocemos la pasta 3-4 minutos, cuando los raviolis empiezan a flotar. Escurrimos y  servimos.

Espolvoreamos con más orégano y unas cuantas nueces picadas, que en un principio iban a ir dentro de los raviolis pero que se nos olvidaron ;).